
En los últimos cuatro años, el Gobierno dominicano ha destinado cifras históricas para subsidiar los combustibles fósiles. La medida, justificada como un mecanismo para proteger la economía familiar y evitar que los aumentos de los precios del petróleo internacional golpeen el bolsillo de los ciudadanos, ha representado un gasto acumulado de más de RD$85,000 millones desde 2021.
La razón de fondo es clara: República Dominicana no produce petróleo y depende enteramente de su importación para garantizar la movilidad de millones de personas. Cuando el precio del barril sube, el Estado asume el sobrecosto para evitar trasladarlo al consumidor. Así ha sido, con ligeras variaciones, desde 2021.
Ese mismo período ha coincidido con el auge de los vehículos eléctricos en el país. Su crecimiento, sin embargo, ha estado respaldado por un estímulo mucho más modesto: la Ley 103-13, que otorga una exención del 50% en los impuestos de importación y la primera placa para vehículos eléctricos e híbridos enchufables.
MARAVILLAFM Alegría dominicana para el mundo