
Desde ese fatídico día de la muerte de Rubby Pérez y otras 235 personas en el colapso de la discoteca Jet Set, las miradas mediáticas de la sociedad se han clavado en la corista de la orquesta e hija del fenecido merenguero, Zulinka Pérez.
Su vida ha continuado en medio de cuestionamientos por actitudes o acciones sobre el caso, pero también de muestras de solidaridad y apoyo de muchos ante sus nuevos pasos en la música.
La polémica le rodea.Sin embargo, Zulinka ha seguido con la frente en alto, con su dolor, su duelo, ¿sus errores? y su vida a su manera, sin importar el qué dirán. Es frontal y clara como su padre, y expresa lo que siente sin reparar en las consecuencias.
MARAVILLAFM Alegría dominicana para el mundo