
Detalló que cuando los rescatistas la localizaron, no pudieron usar maquinaria pesada por el riesgo de aplastarla.
“Ellos me decían que respirara por la boca y la nariz. Me metieron oxígeno y me daban ánimo”, recordó.
Explicó que en un momento logró encontrar su celular bajo los escombros y, con esfuerzo, llamó a su esposo por videollamada para despedirse y pedirle que cuidara de su hijo.
Ovalles aseguró que quedó atrapada bajo los escombros por siete horas. “Fue duro. Yo sentí que algo me cayó encima y dije ‘ay, mi hijo’ tres veces. Vi todo el desplome. Fue una luz que me cortó la cabeza”.
Narró que intentó mantenerse consciente y que usó una piedra para partir una lámpara y generar ruido, con la esperanza de que alguien la escuchara.
Indicó que a su lado estaba su amiga Isabel, quien falleció tras hacer tres convulsiones. “Yo le dije: ‘Vete con Dios y que Dios te perdone’. Ahí yo dije: ‘Dios mío, perdóname’”.