MARAVILLAFM Alegría dominicana para el mundo
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Por Yurimay Socarras
Yosper, Hawái, EE. UU. — Lo que prometía ser un vuelo directo hacia la emoción del deporte, terminó en una inesperada maniobra de emergencia.
Dwayne Johnson, reconocido mundialmente como “The Rock”, vivió un momento de tensión la mañana del jueves 27 de marzo, cuando su jet privado tuvo que regresar de urgencia a Hawái debido a una falla crítica en pleno vuelo.
La aeronave, un Gulfstream G650 con un valor estimado de 65 millones de dólares, había despegado con destino a Houston, Texas, donde Johnson tenía pautado participar en la ceremonia de apertura de la segunda temporada de la United Football League (UFL).
A tan solo 35 minutos de haber despegado, un sobrecalentamiento en el sistema hidráulico encendió las alertas de seguridad y cambió radicalmente el rumbo.
El piloto, actuando con rapidez, se acercó a Johnson, quien relató que fue informado de forma directa y personal. “Se arrodilló frente a mí y me explicó que no era seguro continuar sobre el océano”, compartió el actor.
Esta escena, cargada de tensión y responsabilidad, selló la decisión de retornar de inmediato a Hawái, evitando poner en riesgo la vida de los pasajeros.
La decisión, aunque necesaria, dejó al exluchador visiblemente afectado, ya que su compromiso con la UFL iba más allá de una simple aparición.
Su rol consistía en motivar a los jugadores y energizar al público presente, un momento clave que finalmente no pudo concretarse por causas ajenas a su voluntad.