MARAVILLAFM Alegría dominicana para el mundo
04/03/2025 13:50
Estados Unidos.- Desde que Yoiner Purroy pisó suelo estadounidense en diciembre de 2023, su vida se convirtió en una sucesión de momentos desgarradores.
Detenido inmediatamente tras su llegada, su travesía estuvo marcada por un calvario, pasando de una celda a otra hasta que terminó en la base militar de Guantánamo, un sitio con una reputación que habla por sí sola.
Según relata, la experiencia fue inhumana. Tras ser acusado de formar parte del Tren de Aragua, enfrentó una detención implacable, en la que fue testigo de violencia extrema, golpes y maltratos a otros detenidos por parte del personal de seguridad. Describe el ambiente como hostil y aterrador, con condiciones que rozaban la tortura.
Uno de los aspectos más impactantes que revela es la falta de un lugar digno donde dormir. No había camas, ni colchones, solo una fría lámina de metal donde debía acostarse cada noche.
Las condiciones, según él, no eran solo precarias, sino inhumanas, un escenario que contrasta con la imagen de un país que defiende los derechos humanos.
A lo largo de su estadía en las distintas cárceles donde estuvo recluido, asegura haber sido sometido a interrogatorios, mientras convivía con otros detenidos en situaciones similares o peores.
El miedo y la incertidumbre eran constantes, sin saber cuánto tiempo pasaría encerrado ni qué destino le aguardaba.
El caso de Purroy se suma a los testimonios de otros migrantes detenidos en territorio estadounidense, quienes han denunciado abusos, tratos degradantes y condiciones infrahumanas en distintos centros de reclusión.
Su historia deja en evidencia la difícil realidad que muchos enfrentan al cruzar la frontera en busca de un futuro mejor, encontrándose en cambio con un sistema que, según sus palabras, puede ser implacable y despiadado.
