Por Sarai
Noticias País, Estados Unidos.- La tragedia que sacudió a Gastonia, Carolina del Norte, dejó a la comunidad en shock cuando un joven de 16 años, Sean Simpson, fue acusado de asesinato en primer grado tras el fallecimiento de Zaquavious Dawkins, también de 16 años.

El 29 de enero, en una sala de tribunal cargada de emociones, Simpson no pudo contener su desesperación al enterarse de que enfrentaría cargos como adulto por este crimen.
Con lágrimas en los ojos, el adolescente exclamó «¡Te amo, mamá!« mientras era escoltado fuera de la corte tras la impactante decisión del juez de nombrarlo defensor de la pena capital y negarle la libertad bajo fianza.
El caso tiene como centro un trágico incidente ocurrido el 26 de enero en Gastonia, a unos 32 km de Charlotte, cuando Simpson, aparentemente sin motivo alguno, disparó a Dawkins mientras él y un amigo caminaban hacia un Family Dollar para recoger artículos para la madre discapacitada de Simpson.

Según informes de la Gaston Gazette, todo comenzó cuando un Tesla negro pasó junto a los adolescentes.
Desde el asiento trasero, Simpson les gritó algo y, minutos después, el vehículo regresó. En un giro inesperado, el Tesla se acercó y, en medio de la confusión, Simpson comenzó a disparar, alcanzando a Dawkins en el hombro derecho mientras ambos corrían por sus vidas.
Los detalles proporcionados por el New York Post describen cómo Simpson fue encontrado cubierto de sangre en un estacionamiento, y cómo su amigo también resultó herido, pero sobrevivió al tiroteo. Dawkins, por otro lado, murió a causa de las graves lesiones que sufrió.
Dos días después, Simpson fue arrestado por el Departamento de Policía de Gastonia en el Centro de Adolescentes de Gaston, un lugar donde recibía tratamiento por problemas emocionales y de comportamiento.
El joven, cuya vida da un giro dramático, ahora enfrenta las consecuencias de sus actos en un caso que ha dejado a la comunidad reflexionando sobre las implicaciones de la violencia juvenil y el sistema judicial.